AÑO 0 .JERUSALEN
En aquel tiempo la
tristeza era muchísimo mayor; María había partido de este mundo y la soledad y
abandono de todos los que eran predilectos era enorme.
Cuenta la historia que Tomás llegó después de que María hubiera sido depositada en la tumba. Necesitado, por su carácter objetivo, de poder observarla y despedirse por última vez de ella, camino de la tumba oraba intensamente, sabiendo que quizás ya no la podría ver por última vez. Entonces de lo alto, cayo un cinturón azul, como el que María siempre llevaba puesto. Mirando a lo alto, vio esplendorosa de luz a María, reluciente en el pleno día, y arrodillándose oró con más intensidad.
Al llegar donde
estaban todos los apóstoles, les contó lo que le había ocurrido y ellos, dentro
de su fuero interno pensaron que Tomás no estaba en sus cabales.
Tomás insistió y
para que así creyeran que había visto a la Santísima Madre del Señor se
acercaron todos al sepulcro donde había sido depositada y abrieron la tumba;
sorprendidos observaron que en la losa, tan solo estaban las vestiduras que
María había llevado en los últimos momentos.
Tan solo las
vestimentas colocadas, pero desinfladas, al haberse marchado al Cielo con el
cuerpo.
Comenzaron todos a
orar con intensidad, entendiendo plenamente el Misterio de que tanto Jesús el Cristo,
como Su Santa Madre Myriam, ascendieran en cuerpo al Reino de los Cielos, entre
inmensas e intensas “nubes luminosas”.
ANNO 0 .GERUSALEMME
In
quel tempo la tristezza era molto maggiore; Maria era partita da questo mondo e
la solitudine e abbandono di tutti quelli che erano prediletti era enorme.
Racconta la storia che Tommaso
arrivò dopo che Maria fosse stata depositata nel sepolcro. Avendo bisogno, a
causa della sua natura oggettiva, di poterla osservare e salutarla per l'ultima
volta, sulla via verso la tomba pregò intensamente, sapendo che forse già non
la poteva vedere per l’ultima volta. Allora dall’alto, cadde una cintura
azzurra, come quello che Maria portava messo. Guardando verso l’alto, vide
splendente di Luce a Maria, risplendente in pieno giorno, e inginocchiandosi
pregò con più intensità.
All’arrivo dove stavano tutti
gli apostoli, li raccontò quello che è accaduto e loro, dentro di loro
pensarono che Tommaso non era in sè.
Tommaso insistette e perchè
loro credessero che aveva visto alla Santissima Madre del Signore, si
avvicinarono tutti al sepolcro dove era stata depositata e aprirono la tomba;
sorpresi osservarono che sulla lastra, c’erano solo i vestiti che Maria aveva
portato negli ultimi momenti.
Solamente i vestiti collocati,
però sgonfiati, all’aversi andata al Cielo con il corpo.
Cominciarono tutti a pregare
con intensità, comprendendo pienamente il Mistero del quale tanto Gesù il Cristo,
come la Sua Santa Madre Myriam, ascendessero in corpo al Regno dei Cieli, tra
immense ed intense “nuvole luminose”.